La pieza, dirigida por Maite Miralles, está protagonizada por una payasa llamada Pardaleta que se inspira en dos conocidos cuentos infantiles, El Monstruo de colores y El Ratón Frederic, para iniciar el relato de una historia sobre pequeños roedores cuyos sentimientos pueden identificarse a través de las distintas tonalidades cromáticas.
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Los cinco ratones conviven en la misma casa. Cada uno tiene un temperamento, y todos trabajan mucho; excepto el más pequeño, que como todavía no tiene edad para trabajar, se dedica a jugar y a construir títeres utilizando como material el trigo y el maíz que los mayores guardaban para comer cuando llegó el invierno. Pero el invierno se alarga demasiado, y los ratones se comen todos los alimentos que habían guardado en la despensa. Cuando todo parece perdido, el más pequeño los salvará con sus títeres, animándolos en la adversidad.
Además de promover el amor por los libros y la posibilidad de volar con la imaginación que lleva consigo la literatura, la compañía destaca otros valores pedagógicos asociados a esta pieza de teatro de proximidad, que invita a los padres a ocupar el escenario con sus hijos e hijas. “Se incide en la importancia del colectivo y el respeto al otro dentro de la vida en comunidad. Es un cuento que habla sobre el trabajo en equipo y la colaboración y sobre la importancia de reconocer y saber gestionar nuestros sentimientos”, indica Miralles.
La Sala L’Horta acogerá dos funciones de Ratolins de colors, una a las 11:00 horas y otra a las 12:30 horas.
