El mantenimiento preventivo del hogar es clave para evitar sorpresas desagradables y mantener la casa en perfecto estado a largo plazo. Aunque pueda parecer una tarea tediosa, este tipo de mantenimiento es mucho más sencillo y económico que tener que hacer frente a reparaciones costosas.
En función del tipo de casa y el estado en que esté, puede consistir contratar a un cerrajero en Alicante para revisar esa cerradura en la que la llave no gira, a un fontanero para echar un vistazo a las tuberías para evitar una fuga de agua o ajustar las ventanas para que no se atasquen. Estas pequeñas acciones previenen reparaciones mayores y, sobre todo, alargan la vida útil de las instalaciones y los elementos de la casa. Aquí hacemos un repaso de los elementos imprescindibles que debes mantener para evitar problemas futuros.
Cerraduras y puertas
El cuidado de las cerraduras y las puertas no solo garantiza la seguridad de tu hogar, sino que también evita incomodidades como puertas que chirrían o cerraduras que se atascan. Los mejores cerrajeros de Alicante recomiendan lubricar las cerraduras al menos una vez al año. Un simple spray de aceite lubricante en la ranura de la cerradura puede marcar la diferencia y prolongar su vida útil. Las puertas, por otro lado, deben ser revisadas para asegurarse de que no se estén desajustando con el uso diario. Si notas que las bisagras chirrían o no abren con suavidad, un poco de aceite será suficiente para que vuelvan a funcionar bien.
Uno de los problemas más comunes de las cerraduras es el desgaste interno por el uso constante, lo que puede hacer que la llave se atasque o gire con dificultad. Además, la acumulación de polvo o suciedad en el mecanismo puede impedir que funcione suavemente, provocando bloqueos intermitentes. También, los cambios de temperatura o humedad pueden hacer que las piezas metálicas se dilaten o se contraigan, causando desajustes en el mecanismo.
Si no se vigila la cerradura, puede llegar a romperse por completo, dejando la puerta inutilizable y comprometiendo la seguridad del hogar. En estos casos, lo mejor es ponerse en manos de profesionales como los de la empresa Cerrajeros Elche para que cambien la cerradura de forma planificada antes de que se rompa de imprevisto y te pille en una situación de emergencia.
Ventanas y persianas
Con el paso del tiempo, el polvo y la suciedad pueden acumularse en los mecanismos, lo que puede causar que las ventanas no se abran o cierren correctamente. La limpieza regular de los carriles de las ventanas corredizas evitará que se atasquen. En cuanto a las persianas, sus mecanismos también pueden deteriorarse con el uso. Al igual que las ventanas, es buena idea limpiar los mecanismos y aplicarles un poco de lubricante si empiezan a dar problemas. Las cuerdas o tiradores de las persianas, si están desgastados, deberían ser reemplazados antes de que se rompan por completo, evitando así molestias mayores. Para todo ello puedes contratar los servicios de una empresa de reparación de persianas San Vicente de Raspeig, y garantizar que las dejan como nuevas para seguir proporcionando privacidad y seguridad a tu casa.
Sistema eléctrico
La electricidad es uno de los pilares más importantes del hogar, y no prestarle atención puede tener consecuencias graves. Lo ideal es contar con la ayuda de un electricista profesional para una revisión más profunda cada pocos años, pero hay algunas tareas básicas que puedes hacer tú mismo. Por ejemplo, asegúrate de que los enchufes y los interruptores funcionen correctamente y no estén calientes al tacto, ya que esto podría ser señal de un problema mayor. También es importante revisar los electrodomésticos y dispositivos que estén enchufados, sobre todo si llevan mucho tiempo en uso. A veces, algo tan sencillo como un enchufe desgastado puede causar cortocircuitos. También es recomendable sustituir el cuadro de luces en caso de que tu casa tenga más de quince años.
Fontanería
No es necesario esperar a que una tubería se rompa para intervenir. Inspeccionar las tuberías, grifos y desagües en busca de fugas y atranques de forma frecuente puede evitar problemas de mayor envergadura. Un grifo que gotea, por ejemplo, puede parecer inofensivo, pero con el tiempo puede causar un aumento considerable en la factura del agua y, peor aún, generar humedades. Para evitarlo, es recomendable ajustar los grifos cuando notes que pierden agua, y si la fuga persiste, cambiar las juntas. Por otra parte, limpiar los desagües con productos adecuados o incluso con métodos caseros, como bicarbonato y vinagre, puede evitar que las tuberías se obstruyan. Si detectas malos olores en los baños o la cocina, es una señal de que algo no va bien y que necesitas intervenir antes de que el problema se agrave.
Revestimientos y estructura
Las paredes, tanto interiores como exteriores, están expuestas a la humedad, cambios de temperatura y al desgaste general con el paso del tiempo. Revisar las paredes en busca de grietas o signos de humedad puede evitar problemas estructurales más graves en el futuro. Y, si vives en una casa mata o chalé, el tejado también forma parte de este mantenimiento preventivo. Las tejas sueltas o rotas pueden permitir la entrada de agua y causar filtraciones que afecten a las paredes y los techos de la casa. Por lo tanto, es mejor actuar a tiempo y reparar cualquier daño lo antes posible.