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El Palacio de Colomina de Valencia es el lugar en el que se encuentra esta exposición desde el pasado 21 de junio.
“Homo Ethicus” la exposición de Antonio Camaró rompe barreras y crea conciliación entre diversas culturas y religiones. Asimismo, el Palacio de Colomina continúa albergando dicha muestra, que fue inaugurada el pasado 21 de junio.
Se trata de una obra del reconocido artista y académico valenciano D. Antonio Camaró, quien ha mostrado una comprometida labor social y humana, y ha manifestado haber creado esta obra artística con el objetivo de “crear conciencia ética en las personas, buscando los puntos de encuentro entre los distintos países, culturas, religiones y creencias, a través del arte y el diálogo”.
La obra expositiva posee un gran significado ético, lo que ha sido motivo de interés de diversas personalidades en los diferentes ámbitos: político, académico, social, cultural, siendo ahora visitada por representantes de los diversos ámbitos religiosos, como Ihab Fahmy, presidente de la Comunidad Islámica de la Comunidad Valenciana; Isaac Sananes, Presidente de la Comunidad Israelita de Valencia; Carmen Sarmiento, Presidenta del Centro Ecuménico Interconfesional de Valencia; y el Sacerdote Jesús Belda, Director de la Revista Cresol y el párroco de la parroquia José artesano.
Todos ellos se han reunido en el Palacio de Colomina en compañía de la responsable del emblemático lugar cultural, Dña Carmen Puerto, el artista de la obra, D. Antonio Camaró, el Comisario de dicha exposición, D. Pedro Adalid, y demás personalidades asistentes, para compartir experiencias y opiniones de orientación ética sobre obra.
“Homo Ethicus” reúne de forma fraterna a tres diferentes religiones, que enmarcan grandes creencias de la tierra, como lo es, el islamismo, el judaísmo y el cristianismo. Y lo hace mediante uno de sus puntos de encuentro del ser humano, la ética. Debido a que las mismas, concilian al hablar sobre aspectos fundamentales entre el bien y el mal, tanto a nivel humano como espiritual.
A este respecto, tal y como ha detallado el Comisario de la Exposición Pedro Adalid «en estos tiempos de crisis en los que se encuentra actualmente el mundo, es muy importante el rescate o el despertar de los principios éticos, y junto a ellos, el poder estrechar lazos de empatía y solidaridad entre las naciones, culturas y religiones, con la finalidad de hacernos más fuertes y poder hacerle frente a las adversidades”.
Por su parte, Antonio Camaró, ha expresado “que es necesario que el ser humano se conecte consigo mismo, se autodescubra, trascienda sus oscuridades y pueda conectarse con su luz, con su Yo Superior, para que pueda conectarse con los demás, y verse en el otro”. De este modo, bien se le podría dar cumplimiento al llamado que nos ha hecho el Papa a través de diversos mensajes, sobre “crear fraternidad entre las diversas culturas y religiones”, para así poder convivir «todos/as en paz y en armonía».
Como ya es propio en Antonio Camaró, nos muestra una obra profunda en simbolismo, que trasciende fronteras, limitaciones y diferencias, y nos ubica en la esencia común del hombre, el ser profundo, reflexivo y evolucionado, aquel que no tiene límites, cuyos principios éticos se encuentran consolidados y que se encuentra claro que todos somos en realidad uno, manifestando amor y respeto por la vida.
Cabe destacar que esta obra artística y reflexiva estará expuesta en el Palacio de Colomina hasta el próximo 9 de septiembre, tiempo en el que podrá visitarse y dar un recorrido por los diversos aspectos de la vida del ser humano, visualizando los puntos de encuentro entre las diversas creencias y culturas.