La SAT 1137 Pozo Las Calles del Espinar, que riega 12.000 hanegadas cultivadas por 850 agricultores en el término de Llíria, sufrió durante la noche del viernes al sábado un asalto a sus instalaciones eléctricas cuya reparación costará a la entidad entre 50.000 y 70.000 euros.
Lejos de ser un caso aislado, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia una oleada de robos de cosechas (especialmente naranjas y aguacates) y de materiales (cobre, hierro, combustibles, etc.), hasta el punto que reclama a la Delegación del Gobierno un refuerzo de la vigilancia tanto en las explotaciones agrarias como en los centros de recepción de mercancías supuestamente robadas.
El representante del pozo asaltado y asociado de AVA-ASAJA, Jaume Valls, explica que la banda cortó la valla de hierro perimetral, desvalijó el grupo electrógeno valorado en 54.000 euros, sustrajo de su interior 300 litros de gasoil y arrancó todo el cableado de cobre (12 cables del grupo electrógeno y de los mandos de dirección) que podría ascender a 400 metros de longitud.
Valls afirma que “por la complejidad del robo y el enorme peso de las tapas que han tenido que levantar para acceder al subsuelo, podría tratarse de una banda de ladrones organizada que actúa de modo profesional y con los medios adecuados. No solo hay que lamentar el material que se llevan. Lo peor es el destrozo que causan y la necesidad de repararlo todo lo antes posible, porque en la época del año en la que estamos y sin llover no se puede dejar a los agricultores sin capacidad de riego durante muchos días”. De hecho, Valls asegura que la intención del pozo es iniciar las tareas de reparación mañana mismo.