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AFPEM trabaja en la reinserción y rehabilitación psicosocial de personas con algún tipo de trastorno social.
La salud mental, especialmente, después de la pandemia, se encuentra entre las prioridades de los diferentes gobiernos. La crisis sanitaria ha afectado personas sin patologías previas, que ahora declaran sufrir depresión, ansiedad o insomnio.
La necesidad de inversión en salud mental «no ha surgido a raíz de la COVID-19, aunque era una enfermedad tabú, silenciada y muy estigmatizada, enfermos y familiares reclamaban ayudas y su normalización», así lo subraya la asociación de familiares y personas con enfermedad mental de l’Horta Sur (AFPEM) que, en dos semanas, inaugurará nueva sede en Albal.
Asimismo, este jueves recogieron las claves del local que está situado en el edificio «La Tabacalera», donde trabajarán para aumentar la calidad de vida de los usuarios y sus familias. De momento, las puertas se abrirán con 15 personas de toda la comarca, con enfermedad mental grave y con los cuales se desarrollarán hasta nueve programas.
El alcalde Ramón Mari rubricó el jueves la autorización de uso de este espacio, junto a la regidora de Servicios Sociales, Lola Martínez y la psicóloga Raquel Serrano, después de la firma señaló su compromiso, solidaridad y apoyo con la salud mental, “tiene que ser una prioridad global”, remarcó.
AFPEM trabaja en la reinserción y rehabilitación psicosocial de personas con algún tipo de trastorno social. Tres psicólogas y un fisioterapeuta, desarrollan diferentes terapias personales y familiares, los dan herramientas para trabajar en la prevención del suicidio y de la enfermedad mental, la rehabilitación cognitiva, realizan talleres psicoeducativos, promueven actividades deportivas, teatro terapéutico, así como prestan atención individualizada y domiciliaria.
Los psiquiatras del Centro de Salud de Catarroja son los que derivan a AFPEM a los usuarios. El contacto con la asociación puede hacerse por varias vías. A través de la web afpemhortasud.es, el teléfono de contacto es 678 200 432 o acudiendo desde este viernes al centro en su horario, de 9.00 a 14.00 horas.
En 2011 no existía ningún recurso en la zona que cubriera esta necesidad
AFPEM Huerta Sur, cumple una década desde su creación, como una asociación no lucrativa de acción social que nace como recurso de rehabilitación, dirigido a personas con enfermedad mental grave que residen en la comarca y que, en la actualidad, atiende usuarias y usuarios de Benetússer, Silla, Alcàsser, Massanassa y de Beniparrell, Catarroja y Albal, tres municipios estos últimos que aportan su granito de arena económicamente o dotándolo de la infraestructura necesaria –caso de la localidad gobernada por Ramón Marí- para su funcionamiento.
Hasta su creación en 2011, no existía ningún recurso comunitario en la zona que cubriera esta necesidad y es cuando el colectivo puso de manifiesto enmendar esta carencia. “En l’Horta Sur, los aspectos médicos y psicológicos de las personas con enfermedad mental grave están cubiertos por los profesionales de salud mental y atención primaria, sin embargo no existen dispositivos para la rehabilitación e inserción socio-laboral de este colectivo”, tal y como han detallado desde la entidad.
Para poder beneficiarse de los programas, los usuarios tienen que tener un trastorno mental grave (esquizofrenia o bipolaridad), ser adulto (edades comprendidas entre los 18 y 65 años) y que este trastorno implico un deterioro importante de su actividad social, funcional y laboral, afectando la unidad familiar. Además, se exige que no se encuentren en un periodo de crisis, que reciban medicación estable y no presentan patología dual.
Concha Núñez, representando del colectivo mostraba su satisfacción para disponer de este espacio, “hasta ahora habíamos estado en Catarroja pero cayó el techo del local y hemos sido realizando las actividades en la calle” y añade que la nueva infraestructura «posibilita abrirla además usuarios y además familias».