Dos jóvenes se enfrentan a una pena de 22 años de cárcel por incitar a dos menores amigos suyos a abusar sexualmente de una chica de 15 años que se encontraba casi inconsciente debido a la ingesta de alcohol en un botellón en El Puig.
Ambos jóvenes animaron a dos menores a aprovecharse de esta situación con frases como: «Aprovecha, si fuera tú, me la follaba».
Eso dijeron a uno de ellos. Eran amigos. Tras consumarse la que ahora se tipifica como agresión sexual, se dirigieron al otro menor: «Venga, ahora tú, que no se entera. Aprovecha». Cogió así a la niña y abusó igualmente de ella.
El fiscal les acusa de dos delitos de abuso sexual, con acceso carnal y con actuación conjunta. Además, solicita ocho años de libertad vigilada y les prohíbe aproximarse a la víctima a una distancia no inferior a 500 metros o a su domicilio durante cinco años tras salir de prisión.
Este jueves ha arrancado en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Valencia el juicio. Aunque se ha suspendido al acordar el tribunal que los acusados puedan declarar al final de la vista, tras conocerse la prueba que hay contra ellos.
Los menores fueron ya juzgados en un procedimiento independiente, por su edad. La sala ha acordado también que la chica no tenga que ir a los juzgados por padecer un trastorno de estrés postraumático cronificado. Se tendrá en cuenta su versión cuando se juzgó a los abusadores.
La causa judicial se retomará el 17 de mayo con las testificales. Los hechos se remontan al 9 de julio de 2020, cuando la víctima acudió a una cita que había acordado con otro menor, de 17, en un aparcamiento de la urbanización Plans-Mar, ubicada junto a la playa.
Una vez allí, estuvieron un rato besándose hasta que la chica, que antes había estado bebiendo y había ingerido una cantidad indeterminada de alcohol, comenzó a encontrarse mal, se mareó y se cayó al suelo.
Debido a su estado de embriaguez, el menor decidió llevarla hasta otro edificio vecino, donde se encontraban sus amigos, los dos acusados en este procedimiento y el otro menor. Allí sentaron a la víctima y le echaron agua en la cabeza.
Empezaron entonces a decirle expresiones como «¿Cuántas veces lo has hecho?» o «Qué cachonda estás». Tras ello, sobre las 00:30 horas, conscientes del estado de la niña, entre los cuatro la llevaron de nuevo hasta la primera urbanización y la subieron a la azotea.
Una vez allí, el menor con el que se había estado besando la llevó hacia un rincón oscuro y, apartados de los otros tres, aprovechándose de la limitación de su capacidad de decisión y reacción al estar ebria, abusó de ella.
Luego se produjo la segunda agresión sexual por parte del otro chico. Al finalizar, bajaron a la niña a la puerta del edificio y la dejaron allí sola.