Nervios, caras de concentración y puños bien apretados en el polideportivo de Cheste, donde el pasado sábado se celebraba el cuadragésimo segundo campeonato nacional de Karate Kyokushinkai de la federación KWF, organizado por el club valenciano Fudoshin y retransmitido en directo.
Alrededor de 600 personas se citaban en este evento, en el que se encontraban 34 clubes de Karate de toda España: Bilbao, Navarra, Barcelona, además de otros clubes internacionales, dos de Holanda y dos de Portugal. Las categorías se dividían por edad, peso y sexo: Katas y Kumite de 10 y 11 años hasta 16 y 17 años, y Katas y Kumite de sub 21 y Senior.
Los tatamis se dividirían en 5, en el que tanto para Katas como Kumite habría 4 árbitros, uno para cada esquina del tatami, y un juez central que dirigiría a los árbitros y competidores.
El evento, amparado por la KYOKUSHIN WORLD FEDERATION, contó con miembros de la misma y el máximo exponente del Karate español, el Shihan Antonio Piñero que transmitía el espíritu del maestro o ‘sosai’ Masutatsu Oyama, creador del estilo Kyokushinkai “No importa ganar o perder, la victoria de todos los competidores está simplemente en llegar al tatami y vencer la situación de temor hasta llegar aquí”.
A las 09:30 horas, tras un intenso trabajo previo de preparación, arrancaba la jornada mañanera del campeonato, momento en el que tanto mayores como pequeños debían demostrar en las ‘Katas’ una técnica precisa y un espíritu combativo para obtener la máxima puntuación posible. La mañana transcurriría con sentimientos de alegría y decepción tras haber conseguido el objetivo o no, pero aceptando los resultados con deportividad.
La tarde auguraba unos combates prometedores, ya que se enfrentaban las categorías más potentes y con mayor potencial. Dos minutos donde los competidores dan todo lo que tienen, tratando de conseguir un K.O. o como se dice en japonés, un Ippon. Pasando ronda tras ronda con tal de llegar a la final y cumplir un sueño: ser campeón nacional.
Tras concluir las rondas de combates se procedió a la entrega de premios. Los competidores que subían al podio recibieron sus copas con orgullo y así se dio por finalizado un gran evento de Karate Kyokushinkai en Cheste.