En una medida que ha suscitado ciertas interrogantes sobre la salud del pacto de gobierno en el Ayuntamiento de Llíria, una resolución reciente ha redefinido las competencias de ordenación de pago, desplazando el rol del primer teniente alcalde y concejal de Hacienda, Paco Gorrea (PSPV-PSOE), en favor del alcalde Joanma Miguel (Compromís).
Según el documento oficial, se excluye explícitamente a Gorrea de la delegación en lo que respecta a la ordenación de pagos, así como en la adquisición, enajenación y utilización de bienes municipales. Además, se le retiran las competencias en la gestión del inventario de bienes municipales y en la recaudación y gestión tributaria.
El alcalde Joanma Miguel, en declaraciones al periódico Levante, afirmó que se trata de una cuestión puramente técnica, desligada de consideraciones políticas. Explicó que es una formalidad que se ha seguido desde siempre, ya que él es quien posee las firmas electrónicas de los bancos, lo que le otorga la capacidad exclusiva para ordenar pagos. Añadió que Gorrea puede realizar los trámites previos, pero carece de la autoridad para ejecutar los abonos debido a la falta de permisos bancarios.
Miguel señaló que la implementación de esta resolución fue recomendada tanto por la Tesorería como por la Secretaría municipal, en aras de garantizar la seguridad jurídica. Afirmó que tanto él como Gorrea seguirán desempeñando sus funciones habituales, pero de manera regulada y coordinada.