El Juzgado de Instrucción número 5 de Paterna ha citado a declarar este jueves a Carolina Martínez, nieta de José Manuel Elías Murcia Martínez, concejal socialista de Ayora ejecutado en 1939 por el régimen franquista. Se trata de la primera vez que un tribunal español llama a testificar a un descendiente de una víctima del franquismo en un proceso judicial de estas características. La declaración se produce en el marco de la querella presentada por su familia y otras tres contra crímenes de lesa humanidad, en concreto, por desaparición forzada y asesinato.
Elías Murcia Martínez fue fusilado y arrojado a la fosa común número 94 del cementerio de Paterna junto a otras 38 personas. No fue hasta 2018 cuando sus restos fueron exhumados, y tres años después, identificados. Su familia ha luchado durante décadas por el reconocimiento y la justicia, hasta lograr que la querella prospere y se inicie un proceso judicial en territorio español.
Un compromiso con la justicia y la memoria histórica
José Manuel Elías Murcia Martínez nació en 1892 en Ayora, Valencia. Jornalero de profesión, pero descendiente de una familia acomodada, dedicó su vida a la defensa de los derechos civiles y laborales. Fue concejal de Agricultura en el Ayuntamiento de Ayora, militante del PSOE, miembro del secretariado de la UGT en Valencia y parte del consejo de la Cooperativa Agrícola de Ayora. Durante un breve periodo, también presidió el Comité Revolucionario local.
Con la llegada de la dictadura franquista, fue arrestado junto a su esposa, Carolina Ródenas Ortiz, y su hijo mayor, Manuel. Mientras madre e hijo fueron liberados tras demostrarse que las acusaciones en su contra eran falsas, José Manuel no corrió la misma suerte. Fue condenado a muerte en un consejo de guerra sumarísimo presidido por el teniente coronel Óscar Boán Callejas, sin derecho a un juicio justo ni a elegir abogado. Finalmente, fue fusilado el 6 de noviembre de 1939 y enterrado en una fosa común.
Su viuda y sus hijos tuvieron que enfrentarse a la represión y la pobreza, sobreviviendo gracias a la ayuda de algunos vecinos y a la voluntad inquebrantable de Carolina Ródenas, quien siempre defendió la memoria de su esposo.
La declaración de Carolina Martínez representa un hito en la lucha por la memoria histórica en España. A pesar de las trabas judiciales, la persistencia de las familias y de organizaciones como Ceaqua sigue impulsando la investigación de los crímenes cometidos durante el franquismo, en un país donde el pasado aún reclama justicia.