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Tras conocerse estos hechos, el alcalde de Compromís ha publicado un comunicado en las redes sociales y afirma que se trata de «filtraciones interesadas de algunos miembros de la Policía».
Jesús Monzó, alcalde de Catarroja ha sido denunciado por la propia Policía Local al saltarse las restricciones actuales del COVID-19 que prohiben la entrada a domicilios de personas ajenas al núcleo familiar.
En el acta firmada por los dos agentes consta que el sábado, que es cuando ocurrieron los hechos, el edil de Compromís se encontraba con su pareja y dos amigos más celebrando, presuntamente, una fiesta de cumpleaños a pesar de estar prohibido.
Asimismo, el origen de la denuncia se encontraría en la llamada de un vecino a la Policía Local de Catarroja. Este avisó, presuntamente, de que en algún piso se estaba realizando una fiesta y tras hablar con los agentes, se localizó una vivienda en la que varias personas se encontraban reunidas por una celebración.
Según informa el diario Las Provincias, las denuncias se interpusieron cuando los dos invitados al cumpleaños abandonaron el edificio. La policía esperó a que estos saliesen por su propio pie y tras identificarles, confesaron que se encontraban en una fiesta, por lo que fueron sancionados.
Tras estos hechos, Jesús Monzó, ha hecho público un comunicado a través de las redes sociales pidiendo perdón por haber cometido lo que ha sido un «error». Sin embargo, el edil ha detallado que se «niega a dimitir» y justifica su acción con el hecho de que quería tener «un detalle con su pareja».
Por otro lado, en dicho escrito afirma que «no hubo ninguna fiesta» ya que «es una casa donde no se bebe alcohol». Asimismo, también detalla que tras la denuncia anónima «dejó entrar a la patrulla en el interior del domicilio» y alega que «no tiene nada que esconder».
Monzó también ha manifestado en el comunicado que se tratan de «filtraciones interesadas de algunos miembros de la Policía» , ya que «tienen un objetivo; conseguir que dejo la política para sacar no se sabe qué provecho». Además, ha detallado que «no todo vale en política, ni tampoco en el ejercicio profesional. Todas y todos somos servidores públicos y la falta de ética, de moral, de profesionalidad no es, ni tiene que ser la tónica de las personas que hemos asumido una responsabilidad», concluye.