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El 14 de marzo de 2020 marcó un antes y un después en muchas profesiones, entre ellas las los cientos de personas que trabajan para las subcontratas del EMTRE en la recogida y gestión de residuos urbanos de València y 42 municipios de su área metropolitana.
A pesar del confinamiento ciertos servicios, como los residuos, no podían parar para el correcto funcionamiento de la sociedad. Y a pesar del miedo inicial, pues no se sabía si la transmisión del virus podía ser por un simple contacto con un papel o un plástico, siguieron cumpliendo con su trabajo. Fueron ese tipo de trabajadores denominados “esenciales” para los que no había posibilidad de teletrabajar.
Trece meses después reclaman que esa condición de “esenciales” lo sea también para ser vacunados. Cristóbal Ríos, delegado de CCOO en una de las plantas gestionadas para el EMTRE, asegura que “hemos estado expuestos al virus desde el primer día, recepcionando residuos domiciliarios donde habrá COVID-19, puesto que también estas personas tiran su basura, como todo el mundo, y también han pasado por nuestras manos residuos hospitalarios asimilables a urbanos”, de ahí que pidan “que se nos trate como a sanitarios, profesores, policías o farmaceúticos, nos han dejado olvidados a pesar de nuestras peticiones y quejas”.
Elevan la voz porque aseguran que ni desde la empresa, ni desde el EMTRE, ni desde el Ayuntamiento de València, y menos desde la Conselleria de Sanitat, nadie les ha dado respuesta, algunos ni les han contestado, a por qué fueron esenciales para no dejar la primera línea hace trece meses pero ahora no lo son para vacunarse.
“En este año hemos tenido que cambiar horarios, hábitos, mucho esfuerzo y propuestas por parte del comité de seguridad y salud”, como explica Cristóbal Ríos, quien añade que “hemos dejado una hora de intervalo entre turno y turno para la desinfección de vestuarios, tenemos limpiacalzados, taquillas solo para los epis, hemos dejado de usar el transporte colectivo que ponía la empresa para llegar al centro de trabajo y venimos con nuestros coches”, todo ello para evitar contagios en la medida de lo posible.
Su situación no es diferente a la de los trabajadores de otros consorcios de residuos de la Comunitat Valenciana. No han sido esenciales en ningún momento para la Generalitat, y sus empresas y consorcios públicos tampoco han reclamado, al menos en público y de forma notoria, que sus trabajadores recibieran la vacuna como otros colectivos de forma prioritaria.
“La plantilla ha estado a la altura de las circunstancias en un año horrible, y nadie, desde la empresa, ni el EMTRE, han tenido el detalle de tratar de defender algo que creemos es de justicia, el poder estar ya vacunados”, asegura Cristóbal Ríos.
El EMTRE recoge y gestiona los residuos de Alaquàs, Albal, Albalat dels Sorells, Alboraya, Albuixech, Alcàsser, Aldaia, Alfafar, Alfara del Patriarca, Almàssera, Benetússer, Beniparrell, Bonrepòs i Mirambell, Burjassot, Catarroja, Emperador, Foios, Godella, Lloc Nou de la Corona, Manises, Massalfassar, Massamagrell, Massanassa, Meliana, Mislata, Moncada, Museros, Paiporta, Paterna, Picanya, Picassent, la Pobla de Farnals, Puçol, El Puig de Santa María, Quart de Poblet, Rafelbunyol, Rocafort, San Antonio de Benagéber, Sedaví, Silla, Tavernes Blanques, Torrent, València, Vinalesa y Xirivella.