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Desde que comenzara la construcción de la central nuclear de Cofrentes a principios de la década los 80 del pasado siglo la economía de la comarca de El Valle de Cofrentes – Ayora ha girado en torno a los más de 1.000 puestos de trabajo directos e indirectos que genera en una comarca que no alcanza los 9.000 habitantes reales.
Hace unos años, para los más realistas desde la renovación de la licencia en 2011 tal vez, que se sabe que la nuclear tendrá fecha de caducidad, y ahora ya se sabe: noviembre de 2030. Con el desmantelamiento se alcanzará el 2032 probablemente, pero no irá más allá.
Y los primeros en buscar alternativas ha sido la propia empresa explotadora de la central nuclear, Iberdrola. Sabe que cerrada la nuclear tiene un tesoro valorado en varios millones de euros, las líneas de evacuación, esos cables que permiten que la energía producida en la central salga de la comarca con destino al resto de España. Y ya proyecta otras instalaciones de energía, en este caso renovables, para poder aprovechar una infraestructura muy valiosa.
Pero no solo Iberdrola, varias empresas proyectan parques solares, y también eólicos, el primero de ellos en Cofrentes, dos décadas después de los instalados en Ayora hace dos décadas.
Mano de obra
Y para este cambio de nuclear a renovable hará falta mano de obra. Mucha menos que para construir y mantener una nuclear, pero sí que hará falta y debe estar cualificada.
Es por ello que seis ayuntamientos de El Valle, junto a empresas instaladoras de energía solar fotovoltaica, han lanzado un curso de 300 horas de montaje y mantenimiento de instalaciones solares fotovoltaicas, limitado a 24 alumnos, 4 por cada municipio participante.
La inscripción se mantiene abierta hasta este 17 de abril, y el curso impartirá del 3 de mayo al 31 de julio, con una parte online y otra presencial.
Las personas interesadas en realizar este curso deberán enviar su curriculum vitae a su ayuntamiento si están empadronados en Ayora, Jalance, Jarafuel, Cofrentes, Teresa de Cofrentes o Zarra.
Y como lo que se busca es mano de obra cualificada para formarla de manera más específica, las 300 horas de formación están bonificadas por las empresas y los ayuntamientos, con lo que el alumnado sólo deberá pagar 100 euros.
Una apuesta de los ayuntamientos de El Valle para evitar perder población con otros recursos económicos cuando la nuclear abandone sus vidas tras casi medio siglo.