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Los dos artistas han sido: Raul Siete, con un mural innovador en la calle Clara Campoamor y Zësar Bahamonte, quien muestra su autenticidad al Polideportivo municipal.
CromàPica sigue creciendo. Este festival de arte urbano que desde hace unos años, ha convertido algunos rincones de Picassent en un verdadero museo al aire libre, continúa con el objetivo con el cual nació: acercar la gente al arte como una experiencia inspiradora, creativa y cotidiana. Un arte de calle, efímero y sobrecogedor para el peatón donde los muros aportan nuevos estímulos sorprendentes que convierten el municipio en un paseo innovador y una experiencia artística para el vecindario.
Y este mes de diciembre, Cromàpica ha vuelto a pintar de color y luz Picassent de la mano de dos artistas de renombre, Raul Siete, con un mural innovador en la calle Clara Campoamor y Zësar Bahamonte, quien muestra su autenticidad al Polideportivo municipal.
«Cromàpica es expresión, es libertad, es arte en todas sus formas de entenderlo. Y despacio Picassent va convirtiéndose en una ventana desde donde ver el mundo con otros ojos», ha detallado el regidor de Cultura, Jaume Sobrevela.